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6.17.2013

LA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO

 


Por el pastor Adrián Rogers


INTRODUCCIÓN

Los consejeros matrimoniales están de acuerdo: la mayoría, si no TODOS, los problemas matrimoniales tienen sus raíces en la comunicación. Frecuentemente en nuestros matrimonios actuamos como solistas, cantando solos, sin ningún compromiso con nadie. No obstante, el matrimonio es un dueto, no un solo. Y el Cantar de los Cantares nos muestra un matrimonio de la vida real, lleno con la música de una infinita, personal y abierta comunicación.

DISCUSIÓN

Aquí está la pura verdad acerca de la comunicación en el matrimonio: Comuníquese, o su matrimonio se desintegrará. Y los matrimonios que se encuentran en problemas son porque tienen una mala comunicación.

Los expertos dicen que hay CINCO NIVELES de comunicación:

El nivel FRÍVOLO.  Es la comunicación que experimentamos diariamente con nuestras relaciones casuales: el tiempo, los deportes, las modas y cosas por el estilo. Hacemos esto frecuentemente, aun sin pensarlo. Es comunicación tipo “piloto automático”.

El nivel FACTUAL.  Ésta se orienta un poco más al contenido que la comunicación frívola. La comunicación factual, basada en los hechos, ahonda un poco más en el conocimiento de varios temas, pero aun sin una verdadera y personal participación.

El nivel del COMPAÑERISMO.  Aquí comenzamos a ser un poco más personales. Compartimos ideas, opiniones, filosofías. Empezamos a arriesgarnos a ser rechazados por nuestras creencias.

El nivel de los SENTIMIENTOS.  En esta clase de comunicación vamos un poco más profundo. No sólo compartimos ideas y creencias básicas, sino que compartimos nuestros sentimientos acerca de las mismas.  Les dejamos a los otros saber cuán importantes son para nosotros. Esto es más arriesgado, y es lo más profundo que la mayoría de las personas se acercan a los demás.

El nivel de LIBERTAD.  Este es el más profundo nivel de la comunicación. Somos completamente abiertos con nuestro cónyuge. Compartimos los más profundos sueños, temores, ideas, sentimientos, sin ningún temor de ser rechazados. La palabra “intimidad” proviene del latín “intimuce”, que significa "lo más íntimo”. Verdaderamente una comunicación íntima abarca todos esos sueños, creencias y sentimientos que usted no compartiría con nadie más. Este nivel de libertad en la comunicación es el SECRETO de un amor duradero.

Cuando la Biblia habla de marido y mujer que se unen en el acto matrimonial, usa la expresión: “…y conoció a su mujer…” El ser completamente conocido y aun así ser amado es la meta suprema del matrimonio. Esa es verdadera intimidad. Todo matrimonio la necesita sobrevivir.

LA DIFICULTAD CON LAS DIFERENCIAS

La comunicación íntima no sucederá sin algunos ajustes, especialmente de parte de los hombres. En los matrimonio más problemáticos, el hombre no habla. Una mujer me dijo que la única ocasión cuando su esposo hablaba era cuando necesita comida o sexo. Eso no es correcto. Los hombres necesitan hablar, sea que quieran o no.

El silencio por parte de los maridos es el causante de la mayoría de los problemas de comunicación en las familias. La esposa, que anhela comunicarse, lo pone entre la espada y la pared, tratando de que él hable. Y él explota. Irónicamente esto es a veces mejor para la esposa que el silencio de él.  Por lo menos así ella tiene toda su atención.

Yo no digo que ella debe buscar una pelea. Pero en lo más profundo de ella hay algo que prefiere un argumento en vez del silencio. Ella quiere comunicarse y es comprensible, porque esa en la manera en que Dios la creó.

¿Ha notado la cantidad de libros que hay sobre el matrimonio? ¿O la intimidad? ¿O la comunicación? Aquí está el problema: ¡la gente que los necesita no los lee! Las mujeres los leen, pero los hombres que en realidad necesitan ajustarse a las necesidades comunicativas de sus esposas, ¡no los leen!

Y esto también es comprensible. Existen barreras naturales para que el hombre se comunique con la intimidad que su esposa desea. Y las esposas necesitan tomar esto en cuenta para que pueda hacer los ajustes necesarios.

Considere los siguientes artículos publicados en una revista femenina: “Cinco formas de desarrollar intimidad en su matrimonio”; “Cómo tener armonía en el hogar”; “Alcanzado la intimidad con su amado”. Ahora, ¿qué es lo que los hombres leen en sus revistas? “Cómo remodelar su garaje”; “Cómo duplicar el kilometraje de su vehículo”; y “Cómo ganar en grande en el Mercado de Valores”.

Sí, hay diferencias entre hombres y mujeres que afectan la comunicación matrimonial. Algunas surgen del hecho de que fuimos criados en forma diferente. A los niños se les enseña a no llorar, a no mostrar ninguna emoción. Y parte del mito machista de la autoconfianza es el silencio, que se supone comunica un completo autocontrol.

Estas diferencias entre hombres y mujeres deberían darnos un saludable entendimiento en relación con las luchas de nuestros cónyuges. Sin embargo, con el poder del Espíritu Santo, estas diferencias no deben detenernos en tratar de imitar la intimidad de Salomón con su esposa. Nunca alcanzaremos la perfección. Pero mientras nos acerquemos a ella, más felices serán nuestros hogares.