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12.29.2014

El sabio y el rey


Un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

“¡Qué desgracia, mi señor!” exclamó el Sabio, “Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad”.

“¡Qué insolencia!” gritó el Rey enfurecido, “¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!” Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo: “¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes”.

Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio.

No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro”.
“Recuerda bien, amigo mío”, respondió el segundo Sabio, “que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse”.

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma en que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.

12.22.2014

El árbol de Navidad

La gloria del Líbano vendrá a ti.
Isaías 60:13

Los árboles de Navidad parecen tener su origen en las antiguas celebraciones saturnales. Los romanos decoraban sus templos con verdor y con velas. Los soldados romanos que conquistaron las Islas Británicas hallaron que los druidas, sacerdotes de una orden religiosa céltica, adoraban el muérdago, y que los sajones usaban el agrifolio y la hiedra en las ceremonias religiosas. Todas esas cosas se incorporaron a las costumbres navideñas. 
Sin embargo, resulta interesante notar que la primera persona que haya encendido un árbol de Navidad pudiera haber sido Martín Lutero, padre de la Reforma. Él introdujo la costumbre de poner velas en los árboles para celebrar la Navidad, citando a Isaías 60:13 como autoridad bíblica para esa costumbre: "La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies." 

12.06.2014

Cobrar valor




Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.
Filipenses 1:14
El versículo de hoy sugiere que, antes del encarcelamiento de Pablo, a la iglesia en Roma le faltaba valor. Cuando los creyentes vieron que Dios proveyó para Pablo y lo capacitó para que tuviera una oportunidad fabulosa de evangelización, ellos también comenzaron a proclamar el evangelio. Comprendieron que, como Dios podía ministrar por medio de Pablo en su circunstancia difícil, también podía ministrar por medio de ellos. Cuando la fortaleza de Pablo llegó a ser la de ellos, los pastores en Roma comenzaron a "hablar la palabra sin temor" (v. 14).
¿Sube y baja su gozo según la marea de los beneficios terrenales? ¿Son el placer, las posesiones, el prestigio, la reputación, la comodidad y la satisfacción o sus propias ambiciones el motivo de su gozo? Si es así, su gozo subirá y bajará según las mareas cambiantes de la vida. Pero si su gozo está vinculado con el progreso del evangelio, nunca disminuirá. Ponga el corazón en el progreso del evangelio, y su gozo será constante.

11.20.2014

Niño muere porque sus padres deciden no llevarlo al médico

Cuando un hijo cae enfermo, sobre todo cuando hay peligro mortal, lo natural es que los padres busquen por todos los medios la atención médica para salvarlo. Cueste lo que cueste, sea lo que sea, para preservar la preciosa vida de un pequeño o de un joven.

Pero hay lugares donde esto es diferente.
Según el relato del portal Vocativ y del canal de T.V.  KATU, ciertos grupos religiosos conocidos como ‘faith healers’ (sanadores por la fe) se rehúsan a que una persona enferma sea atendida por un médico, o llevada a un hospital en casos de emergencia, por considerarlo una afrenta a Dios, quien es quien decide sobre la vida y la muerte. Así, en vez de proveer atención médica o medicamentos a los enfermos, los seguidores de esa práctica religiosa simplemente rezan, esperando que su oración provoque la compasión divina y la sanación. Pero muchas veces la sanación no ocurre y, trágicamente, niños que podrían haberse salvado con la debida atención médica fallecen en Estados Unidos por consideraciones religiosas como esa.  

<span style=font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 16.8666667938232px;>Wenona y Travis Rossiter, culpables de la muerte de su hija al no proveerle cuidado médico. (Captura de video/KEZI-TV)</span>
   

Es el caso, según Vocativ y KATU, de la General Assembly Church of the First Born y de Followers of Christ Church, grupos religiosos de ‘sanadores por la fe’ que rechazan la atención médica para sus enfermos, incluso en casos críticos y potencialmente mortales.
En Oregon, en tres casos padres han sido procesados y sentenciados judicialmente por la muerte de sus hijos, a los que no proveyeron de atención médica oportuna, y en ese estado las autoridades están actuando activamente para garantizar que todo menor de edad reciba los cuidados de salud necesarios, sin importar consideraciones religiosas. La televisora KEZI cubrió en Oregon el reciente proceso a Wenona y Travis Rossiter, que fueron hallados culpables de la muerte de su hija tras no proveerle de los cuidados médicos necesarios.
En Idaho, la entidad vecina, la cosa es distinta. Idaho es uno de los estados que tiene una ley que elimina la responsabilidad penal a los padres que por razones religiosas no procuran la atención médica a sus hijos, incluso si estos fallecen por tal práctica. En Arkansas, Iowa, Louisiana, Ohio y Virgina del Oeste hay normas similares pero es en Idaho, donde hay unacomunidad importante de ‘sanadores por la fe, donde se han documentado numerosas muertes de menores en el contexto de padres que decidieron no darles atención médica y dejar su suerte ‘en las manos de Dios’.
La televisora KATU ha documentado 12 casos de niños y jóvenes que habrían fallecido en Idaho porque sus padres decidieron por cuestiones religiosas no procurarles cuidados médicos. Con la colaboración de un ex miembro de Followers of Christ Church, la KATU documentó nombres de menores que habrían muerto en el contexto de la ‘sanación por la fe’ –por ejemplo, los nombres de Garrett Dean Eells, Jackson Scott Porter, Preston Bowers, Rockwell Sevy, Arrian Jade Granden, Micah Taylor Ealls, Pamela Jade Eells, Jerry Gardener y Syble Rossiter– e indicó que en el cementerio de una comunidad en Idaho donde viven ‘sanadores por la fe’ el 25% de las tumbas corresponderían a menores de 18 años.

Aunque no puede saberse con certeza si los menores mencionados se habrían podido salvar con atención médica ni cuántos de los menores que yacen en el cementerio murieron en el contexto de la ‘sanación por la fe’, existe una preocupación por el hecho de que esta práctica suceda sin que haya modo legal en Idaho de contenerla para tratar de salvar vidas. Y datos citados por Vocativ indican que las autopsias de varios de los fallecidos sugieren que estos murieron de padecimientos que eran curables si hubieran recibido tratamiento oportuno.
La organización no lucrativa Children’s Halthcare Is a Legal Duty busca proteger a los niños de las prácticas religiosas y culturales dañinas y trabaja para que se revoquen las leyes que exentan de responsabilidad legal a los padres que no procuran atención médica a sus hijos. Pues si bien solo en 6 estados, entre ellos Idaho, hay leyes que exentan de toda responsabilidad penal a los padres en el supuesto mencionado, en numerosos estados hay normas que reducen parcialmente su responsabilidad penal o civil.
En realidad, para esa organización y para el sentido común, rezar no basta.
De Jesús Del Toro

5.17.2014

El Escudo de la Fe

El escudo de la fe

Por: Dr. Charles Stanley
El apóstol Pablo escribió acerca de la guerra espiritual para que podamos conocer a nuestro enemigo y saber cómo luchar contra él. Comparó la armadura y las armas que Dios nos ha dado, con el equipo de un soldado: un casco para proteger nuestra mente, una coraza para cubrir nuestro corazón, zapatos especiales para ayudarnos a mantenernos firmes, un cinturón de la verdad de Dios para mantener unidas todas las partes de la armadura, la poderosa espada del Espíritu, y el escudo protector de la fe.
Los soldados romanos tenían grandes escudos y cuando enfrentaban un ataque, permanecían de pie, hombro con hombro, teniendo a su lado otros escudos que podían tocar. Luego, cuando las flechas enemigas volaban hacia ellos, se arrodillaban al mismo tiempo levantando sus escudos por sobre sus cabezas, manteniendo siempre el contacto con los escudos que tenían a cada lado. Nada podía penetrar esa defensa.
Esta es una ilustración de cómo debemos luchar cuando Satanás lance dardos de fuego a nuestro camino. Estos dardos entran a nuestra vida en forma de tentaciones, dudas y ansiedades. Cuando mantenemos levantado nuestro escudo de la fe, el ataque falla. Sin embargo, si lo bajamos o dejamos de mantenernos unidos como el cuerpo de Cristo, las flechas penetrarán.
Nuestro Padre Celestial ha dado todo lo que necesitamos para vivir en un campo de batalla. Ha garantizado la victoria por medio de Jesucristo, ha destruido el poder del pecado sobre nosotros, y nos ha dado una armadura para que nos la pongamos. Nuestra parte es andar por fe, creyéndole a Dios en todo momento.

5.14.2014

Éxito y dinero

Por: Dr. Charles Stanley

14 de mayo de 2014
Existe una gran mentira que hace que las personas arriesguen sus familias, su salud y su integridad. Ésta es que el éxito se define por nuestra riqueza material. Muchos de nosotros decidimos que somos un fracaso sin ella. Y con ella, de alguna manera nos sentimos exitosos. Para descubrir la verdad, solo tenemos que preguntarnos: ¿Cómo nos ve el Señor?
Dios ve que algunos de nosotros tenemos una actitud idolátrica hacia la riqueza. La vida gira en torno al tema del dinero —conseguirlo, guardarlo y tener suficiente. Pero un concepto adecuado de la riqueza ve al dinero como un medio de intercambio dado por Dios para que podamos ayudar a los demás y satisfacer nuestras necesidades básicas. Nuestra adoración solo es para Dios, no para las riquezas.
El Señor nos hace una advertencia en cuanto a nuestra actitud materialista (Mt 6.24). La búsqueda de riqueza puede alejarnos de Él, o minimizar el poder de la Palabra en nuestras vidas. Incluso, puede esclavizarnos cuando tratamos de alcanzar la seguridad económica. El Señor dice que Él —no lo material— debe ser el centro de nuestras vidas; nuestra seguridad se encuentra en Él solo. Se nos insta a dar los pasos necesarios para protegernos contra las tentaciones que vienen con desear o tener riquezas.
Ninguno de nosotros es inmune al atractivo del dinero o a la tentación de definirnos como exitosos cuando lo tenemos. Pídale a Dios que le muestre con claridad la actitud que usted tiene hacia el dinero y el éxito. Luego, confiese cualquier actitud pecaminosa. Él puede usar nuestro dinero para el bien de su reino, si rendimos a Él todo lo que tenemos.

5.06.2014

Orar en las crisis

¿Cuándo fue la última vez que usted clamó a Dios por algo que no fuera un problema personal? A menudo estamos tan involucrados en nuestras vidas, que no somos capaces de ver las crisis que enfrentan otros.
Estoy hablando de situaciones que no afectan a su familia directamente -—problemas políticos de otras naciones o desastres naturales —¿acaso no siente como si tales asuntos fueran demasiado grandes para que su oración pudiera tener alguna influencia?
Pues bien, no es así. El enemigo quiere que demos por sentado que la mayoría de los problemas son demasiado grandes para nuestras oraciones. Pero la Biblia nos asegura que “la oración eficaz del justo puede mucho” (Stg 5.16). Y el versículo 17 nos da un ejemplo grandioso: “Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses”.
Dios todopoderoso tiene el poder de sanar, dar paz y cambiar las circunstancias. Él permite que sus hijos tengan parte en esto por medio de la oración. Él nos dice que hablemos con Él de lo que sea (Fil 4.6), y promete escuchar cuando el pecado no obstaculice nuestra comunicación (Sal 66.18).
La próxima vez que usted sepa de una tragedia o un problema —independientemente de que eso afecte a extraños o a personas que usted conozca— resista la tentación de distanciarse de la situación. Usted puede tener un impacto en las vidas de otros cuando ore a favor de ellos. Por tanto, permita que la noticia de una crisis se convierta en un motivo para orar.
 Charles Stanley

4.29.2014

NOÉ

NOÉ
Génesis 5
BIBLIA Reina-Valera Antigua

ESTE es el libro de las generaciones de Adam. El día en que crió Dios al hombre, á la semejanza de Dios lo hizo;
2 Varón y hembra los crió; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adam, el día en que fueron criados.
3 Y vivió Adam ciento y treinta años, y engendró un hijo á su semejanza, conforme á su imagen, y llamó su nombre Seth.
4 Y fueron los días de Adam, después que engendró á Seth, ochocientos años: y engendró hijos é hijas.
5 Y fueron todos los días que vivió Adam novecientos y treinta años, y murió.
6 Y vivió Seth ciento y cinco años, y engendró á Enós.
7 Y vivió Seth, después que engendró á Enós, ochocientos y siete años: y engendró hijos é hijas.
8 Y fueron todos los días de Seth novecientos y doce años; y murió.
9 Y vivió Enós noventa años, y engendró á Cainán.
10 Y vivió Enós después que engendró á Cainán, ochocientos y quince años: y engendró hijos é hijas.
11 Y fueron todos los días de Enós novecientos y cinco años; y murió.
12 Y vivió Cainán setenta años, y engendró á Mahalaleel.
13 Y vivió Cainán, después que engendró á Mahalaleel, ochocientos y cuarenta años: y engendró hijos é hijas.
14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos y diez años; y murió.
15 Y vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró á Jared.
16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró á Jared, ochocientos y treinta años: y engendró hijos é hijas.
17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.
18 Y vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró á Henoch.
19 Y vivió Jared, después que engendró á Henoch, ochocientos años: y engendró hijos é hijas.
20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.
21 Y vivió Henoch sesenta y cinco años, y engendró á Mathusalam.
22 Y caminó Henoch con Dios, después que engendró á Mathusalam, trescientos años: y engendró hijos é hijas.
23 Y fueron todos los días de Henoch trescientos sesenta y cinco años.
24 Caminó, pues, Henoch con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
25 Y vivió Mathusalam ciento ochenta y siete años, y engendró á Lamech.
26 Y vivió Mathusalam, después que engendró á Lamech, setecientos ochenta y dos años: y engendró hijos é hijas.
27 Fueron, pues, todos los días de Mathusalam, novecientos sesenta y nueve años; y murió.
28 Y vivió Lamech ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo:
29 Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras, y del tabajo de nuestras manos, á causa de la tierra que Jehová maldijo.
30 Y vivió Lamech, después que engendró á Noé, quinientos noventa y cinco años: y engendró hijos é hijas.
31 Y fueron todos los días de Lamech setecientos setenta y siete años; y murió.
32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró á Sem, Châm, y á Japhet.
Génesis 6
 Y ACAECIÓ que, cuando comenzaron los hombres á multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
2 Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años.
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre.
5 Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6 Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.
7 Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.
8 Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová.
9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
10 Y engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet.
11 Y corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca á su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
17 Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan vida.
21 Y toma contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti; servirá de alimento para ti y para ellos.
22 E hízolo así Noé; hizo conforme á todo lo que Dios le mandó.
Génesis 7
 Y JEHOVA dijo á Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque á ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra.
3 También de las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra; para guardar en vida la casta sobre la faz de toda la tierra.
4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra.
5 E hizo Noé conforme á todo lo que le mandó Jehová.
6 Y siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas fué sobre la tierra.
7 Y vino Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al arca, por las aguas del diluvio.
8 De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra,
9 De dos en dos entraron á Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios á Noé.
10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra.
11 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo á diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas;
12 Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 En este mismo día entró Noé, y Sem, y Châm y Japhet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca;
14 Ellos y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales mansos según sus especies, y todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, todo pájaro, toda especie de volátil.
15 Y vinieron á Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y Jehová le cerró la puerta
17 Y fué el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18 Y prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y andaba el arca sobre la faz de las aguas.
19 Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
20 Quince codos en alto prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes.
21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganados, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, y todo hombre:
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.
23 Así fué destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca.
24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días.
Génesis 8
Y ACORDOSE Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; é hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
2 Y se cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fué detenida.
3 Y tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días.
4 Y reposó el arca en el mes séptimo, á dicisiete días del mes, sobre los montes de Armenia.
5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
6 Y sucedió que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana del arca que había hecho,
7 Y envió al cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra.
8 Envió también de sí á la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra;
9 Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse á él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano y cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca.
10 Y esperó aún otros siete días, y volvió á enviar la paloma fuera del arca.
11 Y la paloma volvió á él á la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más á él.
13 Y sucedió que en el año seiscientos y uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba enjuta.
14 Y en el mes segundo, á los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
15 Y habló Dios á Noé diciendo:
16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multiplíquense sobre la tierra.
18 Entonces salió Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
20 Y edificó Noé un altar á Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
21 Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No tornaré más á maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud: ni volveré más á destruir todo viviente, como he hecho.
22 Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán.
Génesis 9
 Y BENDIJO Dios á Noé y á sus hijos, y díjoles: Fructificad, y multiplicad, y henchid la tierra:
2 Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados.
3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo.
4 Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque á imagen de Dios es hecho el hombre.
7 Mas vosotros fructificad, y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.
8 Y habló Dios á Noé y á sus hijos con él, diciendo:
9 Yo, he aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros;
10 Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no fenecerá ya más toda carne con aguas de diluvio; ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
12 Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:
13 Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra.
14 Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
15 Y acordarme he del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y toda alma viviente de toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne.
16 Y estará el arco en las nubes, y verlo he para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
17 Dijo, pues, Dios á Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Châm y Japhet: y Châm es el padre de Canaán.
19 Estos tres son los hijos de Noé; y de ellos fué llena toda la tierra.
20 Y comenzó Noé á labrar la tierra, y plantó una viña:
21 Y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
22 Y Châm, padre de Canaán, vió la desnudez de su padre, y díjolo á sus dos hermanos á la parte de afuera.
23 Entonces Sem y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
24 Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;
25 Y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será á sus hermanos.
26 Dijo más: Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo.
27 Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaán siervo.
28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años.

29 Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años; y murió.

4.22.2014

30 Principios de vida

1. Nuestra intimidad con Dios, que es su prioridad para nosotros, determina el impacto que causen nuestras vidas. Génesis 1.26

2. Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Éxodo 19.5

3. La Palabra de Dios es ancla inconmovible en las tormentas. Números 23.19

4. Estar conscientes de la presencia de Dios nos da energías para desempeñar nuestro trabajo.Deuteronomio 20.1

5. Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3.8

6. Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces 2.1-4

7. Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros. 1 Samuel 30.1-6

8. Libremos nuestras batallas de rodillas y siempre obtendremos la victoria. 2 Samuel 15.31

9. Confiar en Dios quiere decir ver más allá de lo que podemos, hacia lo que Dios ve. 2 Reyes 6.17

10. Si es necesario, Dios moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad. 2 Crónicas 20.12

11. Dios asume toda la responsabilidad en cuanto a nuestras necesidades, si lo obedecemos. Job 42.7-17

12. La paz con Dios es fruto de nuestra unidad con Él. Salmo 4.8

13. Escuchar a Dios es esencial para andar con Él. Salmo 81.8

14. Dios actúa a favor de quienes esperan en Él. Isaías 64.4

15. El quebrantamiento es el requisito de Dios para que seamos útiles al máximo. Jeremías 15.19

16. Todo lo que adquirimos fuera de la voluntad de Dios termina convirtiéndose en cenizas. Ezequiel 25.6, 7

17. De rodillas somos más altos y más fuertes. Daniel 6.10, 11

18. Como hijos del Dios soberano, jamás somos víctimas de nuestras circunstancias. Oseas 3.4, 5

19. Todo aquello a lo que nos aferremos, lo perderemos. Amós 6.6, 7

20. Las decepciones son inevitables; el desánimo es por elección nuestra. Habacuc 3.17-19

21. La obediencia siempre trae bendición consigo. Lucas 11.28

22. Andar en el Espíritu es obedecer las indicaciones iniciales del Espíritu. Hechos 10.19

23. Jamás podremos superar a Dios en generosidad. 2 Corintios 9.8

24. Vivir la vida cristiana es permitir al Señor Jesús vivir su vida en y por medio de nosotros. Gálatas 2.20

25. Dios nos bendice para que nosotros podamos bendecir a otros. Efesios 4.28

26. La adversidad es un puente que nos conduce a una relación más profunda con Dios. Filipenses 3.10, 11

27. No hay nada como la oración para ahorrar tiempo. 2 Tesalonicenses 3.1

28. Ningún creyente ha sido llamado a transitar solitario en su peregrinaje de fe. Hebreos 10.24, 25

29. Aprendemos más en nuestras experiencias por el valle de lágrimas que en las de la cumbre del éxito.Santiago 5.10

30. El deseo ferviente del regreso del Señor nos mantiene viviendo productivamente. Apocalipsis 22.12



*Cuando el Dr. Charles Stanley era adolescente, pasó una semana con su abuelo, lo que cambió su vida para siempre y moldeó sus siguientes 50 años de ministerio. 

Durante esos días, aprendió  estas 30 verdades fundamentales que han guiado su vida y su ministerio desde entonces hasta la actualidad

4.20.2014

¡ Dia de triunfo!

14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Reina Valera: 2 Corintios 4.14-18

Hoy es un día muy especial. En todo el mundo, personas de todas las edades están asistiendo a la iglesia. Pero la Pascua Florida es mucho más que ir a la iglesia. Si hemos entendido verdaderamente lo que se logró en el Día de la Resurrección, seremos las personas más agradecidas y victoriosas que existan. ¿Cómo lo sé? Al observar a los discípulos de Cristo, los primeros testigos del milagro más asombroso de Jesús. Cuando ellos creyeron finalmente que Jesús estaba vivo, todo cambió: esos hombres llenos de dudas y descorazonados se transformaron en predicadores apasionados del evangelio.
¿No le gustaría a usted vivir con esa misma confianza y determinación? Puede hacerlo, al considerar lo que logró la resurrección de Cristo y permitir que esa realidad llegue a ser fundamental en todo lo que usted piense, diga y haga. Comience reflexionando en tres verdades extraordinarias:
Primero, Jesús está vivo y activo, no solo en el cielo, sino también en nuestras vidas. Está sentado a la diestra del Padre —nadie mejor que el Dios-hombre, que experimentó personalmente la debilidad humana, que conoce cada detalle de nuestras circunstancias, y que está presente en nuestro interior por medio de su Espíritu— para interceder por nosotros (Ro 8.34). Su poder sobrenatural (v. 11) está siempre al alcance para transformar nuestro carácter, fortalecernos, darnos discernimiento, y guiarnos a hacer la voluntad de Dios.
Segundo, el Señor es absolutamente digno de confianza. Puesto que Jesús venció la muerte, tal como lo anunció, podemos saber que todo lo demás que dijo también es verdad —y que todas las promesas de Dios son seguras. Estas incluyen el convencimiento de que nuestros pecados han sido perdonados si ponemos la fe en el Señor como Salvador. Al levantar a su Hijo de entre los muertos, Dios proclamó que el sacrificio de Cristo fue suficiente para pagar el castigo por nuestros pecados.
Tercero, la muerte no es el final. Por el contrario, es el comienzo de la vida como Dios quiso que fuera —libre del pecado y de todas sus consecuencias,  de sufrimiento, enfermedad y dolor. La resurrección de Jesús garantiza que los creyentes también resucitaremos, y que recibiremos cuerpos nuevos —fuertes, perfectos y eternos. Además, tendremos el gozo de reencontrarnos con seres queridos en Cristo, y ver a nuestro Salvador cara a cara.
Cuando una persona entiende lo que logró la resurrección de Jesús, no tiene ninguna razón para permitir que las penas y las preocupaciones del mundo le lleven a la desesperanza (v. 18). Por eso, invirtamos en nuestro futuro eterno, viviendo con la perspectiva de la resurrección, y sirviendo fielmente al Salvador resucitado. 
Charles F. Stanley

1.05.2014

Jesucristo el Salvador que nos busca



                                                                 Jesucristo llama a tu puerta