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5.17.2014

El Escudo de la Fe

El escudo de la fe

Por: Dr. Charles Stanley
El apóstol Pablo escribió acerca de la guerra espiritual para que podamos conocer a nuestro enemigo y saber cómo luchar contra él. Comparó la armadura y las armas que Dios nos ha dado, con el equipo de un soldado: un casco para proteger nuestra mente, una coraza para cubrir nuestro corazón, zapatos especiales para ayudarnos a mantenernos firmes, un cinturón de la verdad de Dios para mantener unidas todas las partes de la armadura, la poderosa espada del Espíritu, y el escudo protector de la fe.
Los soldados romanos tenían grandes escudos y cuando enfrentaban un ataque, permanecían de pie, hombro con hombro, teniendo a su lado otros escudos que podían tocar. Luego, cuando las flechas enemigas volaban hacia ellos, se arrodillaban al mismo tiempo levantando sus escudos por sobre sus cabezas, manteniendo siempre el contacto con los escudos que tenían a cada lado. Nada podía penetrar esa defensa.
Esta es una ilustración de cómo debemos luchar cuando Satanás lance dardos de fuego a nuestro camino. Estos dardos entran a nuestra vida en forma de tentaciones, dudas y ansiedades. Cuando mantenemos levantado nuestro escudo de la fe, el ataque falla. Sin embargo, si lo bajamos o dejamos de mantenernos unidos como el cuerpo de Cristo, las flechas penetrarán.
Nuestro Padre Celestial ha dado todo lo que necesitamos para vivir en un campo de batalla. Ha garantizado la victoria por medio de Jesucristo, ha destruido el poder del pecado sobre nosotros, y nos ha dado una armadura para que nos la pongamos. Nuestra parte es andar por fe, creyéndole a Dios en todo momento.

5.14.2014

Éxito y dinero

Por: Dr. Charles Stanley

14 de mayo de 2014
Existe una gran mentira que hace que las personas arriesguen sus familias, su salud y su integridad. Ésta es que el éxito se define por nuestra riqueza material. Muchos de nosotros decidimos que somos un fracaso sin ella. Y con ella, de alguna manera nos sentimos exitosos. Para descubrir la verdad, solo tenemos que preguntarnos: ¿Cómo nos ve el Señor?
Dios ve que algunos de nosotros tenemos una actitud idolátrica hacia la riqueza. La vida gira en torno al tema del dinero —conseguirlo, guardarlo y tener suficiente. Pero un concepto adecuado de la riqueza ve al dinero como un medio de intercambio dado por Dios para que podamos ayudar a los demás y satisfacer nuestras necesidades básicas. Nuestra adoración solo es para Dios, no para las riquezas.
El Señor nos hace una advertencia en cuanto a nuestra actitud materialista (Mt 6.24). La búsqueda de riqueza puede alejarnos de Él, o minimizar el poder de la Palabra en nuestras vidas. Incluso, puede esclavizarnos cuando tratamos de alcanzar la seguridad económica. El Señor dice que Él —no lo material— debe ser el centro de nuestras vidas; nuestra seguridad se encuentra en Él solo. Se nos insta a dar los pasos necesarios para protegernos contra las tentaciones que vienen con desear o tener riquezas.
Ninguno de nosotros es inmune al atractivo del dinero o a la tentación de definirnos como exitosos cuando lo tenemos. Pídale a Dios que le muestre con claridad la actitud que usted tiene hacia el dinero y el éxito. Luego, confiese cualquier actitud pecaminosa. Él puede usar nuestro dinero para el bien de su reino, si rendimos a Él todo lo que tenemos.